Existen diversas especies forrajeras, cuyo uso es recomendable de acuerdo al clima, suelo, disponibilidad de agua y al propósito que le pueda dar el agricultor o ganadero. Podría ser un forraje para corte o pastoreo; una pastura perenne o una pastura anual. Estas distintas especies se sientan distintas ventajas, y aportan diversos beneficios a las pasturas. Por ello debemos conocer cuál es la adaptabilidad y el propósito de cada especie para poder ubicarla en el lugar que nos dé mayor éxito.
El principal factor de adaptabilidad es algo que por lo general no vemos. Se habla mucho de lo que son las hojas: su valor nutricional y su productividad; pero lo que determina la adaptabilidad de un forraje es su raíz.
En la siguiente ilustración de Integrity Soils, podemos ver distintas especies forrajeras que se siembran a nivel nacional.
En la parte central encontramos, la principal especie forrajera, que es la Alfalfa. Si observamos el tipo de raíz que tiene veremos que es una raíz pivotante, profunda, que puede llegar a un metro y medio. Y que tiene una zona de absorción que se ubica entre los 20 hasta los 60 centímetros; esto quiere decir que la alfalfa va a tomar el agua principalmente en una profundidad media del suelo, por ello a la alfalfa le va a gustar los suelos bien drenados y va a tener suficiente profundidad de raíz para extraer agua de zonas profundas del suelo cuando se presenten algunos momentos de sequía.
Al lado izquierdo tenemos al Ryegrass, donde encontramos raíces fasciculadas, fibrosas, poco profundas, sin la posibilidad de tomar agua de las partes profundas del suelo. Por ello al Ryegrass le gusta tener el agua cerca a la superficie. En épocas de sequía va a necesitar riego, porque su raíz no le va a permitir tomar agua de zonas profundas en la época de sequía.
Hacia la mano derecha encontramos el Dactylis, que una raíz más poblada, más fuerte y más profunda, por lo tanto, el Dactylis va a tener una mayor tolerancia a sequías y mayor tolerancia también climas fríos y heladas.
En el gráfico también podemos observar la Festuca, tiene una raíz semi superficial, pero tiene una particularidad: va a tolerar un amplio Rango de pH. Esto quiere decir que va a tolerar suelos ácidos y también suelo salinos. Entonces la Festuca puede ser sembrada en terrenos donde otras especies no crecen. Es cierto que la calidad de forraje que produce las Festuca, no es tan buena como las demás, pero esta nos va a permitir aprovechar suelos y de otra manera estarían en blanco o sin algún cultivo forrajero que aprovechar.
Según la zona climática podemos ubicar las principales zonas forrajeras y ganaderas de nuestra sierra en dos categorías. En primer lugar, tenemos los valles interandinos donde suelen presentarse temperaturas frías pero que no llegan a los cero grados centígrados, por lo tanto, no hay peligro de congelación y de mortandad de los forrajes. Además, en distintas zonas se suele contar con la posibilidad de aplicar riego, entonces en estas zonas se suelen utilizar los forrajes de mayor calidad y mayor productividad como las Alfalfas no dormantes, los Ryegrases y los tréboles. En estas zonas tenemos alturas de 2000 hasta los 3.300, 3.400 metros sobre el nivel del mar. En zonas más altas por ejemplo de 3.800 hasta los 4.200, podemos utilizar especies forrajeras que son más tolerantes a las heladas, más tolerantes a la sequía. Pero que no suelen tener la calidad forrajera que las mismas especies que se suelen centrar en climas más benignos.
Aquí ocupamos las alfalfas dormantes, Ryegrass perenne o híbrido, El Trébol blanco, el dactylis y la festuca.
Si usted desea conocer que especies forrajeras disponemos para su zona del cultivo puede contactarnos en nuestras sucursales a nivel nacional y nuestros canales digitales, Teléfono: 945128459, WhatsApp: https://wa.me/51945128459, página web: www.hortus.com.pe estaremos gustosos de responder y hacer una recomendación precisa para que tenga un campo forrajero exitoso en su zona.